lunes, 26 de agosto de 2013

Comunidades de prácticas: mi sueño

Acabo de terminar la lectura de "Situated learning: legitimate peripheral participation", de Lave y Wenger (1991). Qué ganas le tenía, pues es uno de los libros que más ha cambiado la manera de entender el aprendizaje en las últimas décadas. Y el caso es que dice algo bien sencillo: el aprendizaje no reside en el cerebro del individuo sino en su participación y protagonismo creciente en una comunidad.

Pongamos un ejemplo. Un equipo de fútbol. Aprender, desde esta perspectiva, no sería adquirir, así en abstracto, una serie de técnicas de golpeo de balón, pase y conocimiento táctico. Eso es parte del aprendizaje pero no su esencia. Desde un ángulo social más amplio lo que resulta evidente es que el aprendiz de futbolista debe integrarse progresivamente en un equipo y ganarse poco a poco el reconocimiento de los demás. Aprender es el proceso por el cual pasa de ser un "novato" a uno de los "titulares" del equipo. Es la comunidad la que, con la inmersión en sus prácticas de juego, lo va formando como jugador cada vez más hábil. El coach, desde luego, juega un papel fundamental, pues a él le toca elegir a los mejores jugadores para cada partido y liderar los entrenamientos. Pero no sólo aprende del coach.... aprende también de sus compañeros, sobre todo de los mejores del equipo. Y no sólo adquiere "habilidades". También construye relaciones y experimenta un cambio en su identidad (se va sintiendo cada vez más "futbolista"). 

Todo esto ha reforzado mis intuiciones, mis apuestas personales como maestro. Por ejemplo, ofrecer a los alumnos una serie de recursos de aprendizaje lo más variados e inspiradores posibles para que puedan aprender de muchas maneras y de muchas personas. Aprender de mi docencia, sí, pero también de las mejores prácticas de sus compañeros en el blog, y de otros entornos de aprendizaje físicos (la biblioteca), personales (la entrevista) y virtuales (los recursos educativos online). En palabras de Lave y Wenger, lo que quiero es convertir la estructura artificial de una "escuela" en una "comunidad de práctica", así la llaman ellos (jijiji, les pongo esta breve entrevista a Wenger, en inglés para que sigan mejorando su capacidad en ese idioma, que ya vieron en la biblio que hay que apurarse).


Por eso es tan importante para mí que los alumnos desarrollen vínculos personales entre ellos (no sólo su bolita de amigos en clase) y que la clase funcione como una comunidad viva, orgánica. Y es que el gran reto de la educación del siglo XXI es explorar la capacidad de los individuos para aprender unos de otros, para crecer colaborativamente. En un mundo donde las posibilidades de interconexión se han multiplicado con la tecnología digital no tiene ya tanto sentido seguir aprendiendo SÓLO del "maestro". Aquí les comparto una de las investigaciones más chocantes de los últimos años, del genial Sumata Mitra, en la que demuestra la inmensa capacidad del ser humano para aprender con otros sin más ayuda que su propia curiosidad y talento innato.


Por cierto, esta semana el reto será hacer una (unas?) entrevistas a expertos en el área y comentar lo más valioso de ellas en una entrada. Nunca está demás echar un vistazo a lo que hicieron sus compañeros del verano, por ejemplo, la de Pau (Derecho), Abril (arquitectura), Pia (actuaría),  Sayra (Farmacología) o Gadiel (Medicina).

Referencias:
Lave, J. y Wenger, E. (1991). Situated learning: legitimate peripheral participation. Cambridge: University Cambridge Press

1 comentario:

  1. ¡Hola! Les dejo mi nueva entrada con la entrevista que realicé a Pablo Lozano. http://otrapersonaotromundo.blogspot.mx/2013/08/desde-la-tribuna-y-de-camino-a.html

    Saludos a todos

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